Tras varias carreras siendo el equipo referente, Ferrari cayó a un segundo plano en el GP de Estados Unidos que coronó por sexta vez a Lewis Hamilton. Charles Leclerc fue el único de rojo en completar la carrera, cuarto, mientras Sebastian Vettel abandonó por laa rotura de la suspensión trasera derecha.

El que sí llegó al podio fue Max Verstappen, que preguntado por el bajón de la Scuderia lanzó un duro golpe a los de rojo. "Eso pasa cuando dejas de hacer trampas", respondió ante los periodistas. "No estoy sorprendido para nada después de lo que se descubrió", dijo el neerlandés, que cumplió 100 Grandes Premios este domingo.

Verstappen se refería a la reclamación que interpuso Red Bull ante la FIA por las sospechas de que Ferrari estaba trampeando el flujo de combustible de sus dos monoplazas. 

Según argumentan desde la escuadra de las bebidas energéticas, los de Maranello estaban aprovechando un agujero en el reglamento para dar una potencia extra a sus coches, inyectando un extra de combustible en los momentos en los que el sensor obligatorio de la FIA no lo mide. La Federación respondió recordando la normativa a Ferrari: "el sensor solo se puede usar según lo especificado por la FIA. Además, todo el combustible aportado a la unidad de potencia debe pasar a través de ese sensor homologado", señalaron en una carta.